lunes, 2 de abril de 2007

i need you so much closer...

era un día como otro cualquiera.

salió de casa más o menos a la misma hora que siempre, o eso le parecía. el despertador no funcionaba, pero en la calle, el ritmo era el mismo que todas las mañanas, con las tiendas preparándose para un nuevo día, los peatones con la misma cara de sueño de siempre... seguro que voy bien de tiempo, se dijo...

no notó que había algo raro. no se percató cuando, mientras esperaba en la parada, varios autobuses pasaron sin coger a nadie. qué extraño, tan temprano y ya van a cocheras, sin ninguna línea asignada. por más que esperaba, el 42 no llegaba, y empezaba a inquietarse. vaya, por un día que llegaba a tiempo, la voy a fastidiar por culpa del maldito bus... y encima, me he olvidado el reloj.

qué habrá pasado? es igual, como espere más, no llego. así que decidió cambiar de idea y coger el metro. no le hacía mucha ilusión, ya que la línea circular le dejaba más lejos que el 42, pero parecía la única opción factible, dadas las circunstancias. lo mejor sería ir en taxi, pero experiencias pasadas le decían que a esas horas, ir en coche era suicida. mejor caminar un rato que ver pasar el tiempo hablando del susodicho con un desconocido.

ya en el vagón aprovechó para ojear un diario que alguien había dejado abandonado a su suerte en un asiento. dado que tenía casi media hora por delante, era la mejor opción que se le presentaba, teniendo en cuenta el carácter poco amistoso de sus compañeros de rutina: miradas dormidas, caras de pocos amigos, ausentes, absortas en sus pensamientos. ellos se lo pierden, pensó. y siguió escrutando el periódico, pasando por alto las páginas de economía, que debido a un error de imprenta, estaban en blanco. todas en blanco. ni cotizaciones, ni ibex35, nada de nada... pues vaya una broma... como cojan al bromista de la imprenta, le cuelgan de los pulgares... lo curioso es que era como si sólo hubiesen desaparecido los números, porque el texto sí que estaba. qué error de imprenta tan raro. contando con que hoy en día los diarios se maquetan con ordenador, tal vez fuese un virus, pero caray, que virus tan selectivo. y que no se haya dado cuenta nadie... vaya, mi parada...

el tumulto en la estación hizo que se olvidase de su pequeña paranoia. al ver que el vendedor de la once en la esquina de la oficina todavía no estaba, respiro aliviado. bueno, parece que llego más pronto de lo que yo esperaba...

la suerte va por barrios, dicen. así que, lo que viene, se va. eso debió de pensar cuando se encontró que el ascensor no funcionaba. perfecto, ya voy a conseguir recuperar mi adelanto teniendo que subir 15 pisos a pie. no importa cuánto madrugue, un ser superior ha decidido que hoy no llegue a tiempo...

15 pisos más tarde (y algo más cansado que habitualmente a esas horas), entró en su despacho. tras recuperar el resuello, decidió dejar para más adelante los balances que tenía previstos y comenzó a preparar un informe para la reunión de aquella misma tarde. los nuevos aires en la empresa pedían ideas dinámicas, innovadoras, nada de cifras, y eso era lo que iban a tener que mostrar aquella tarde. como había dicho el súper, quiero que me expongan sus ideas cualitativamente, no cuantitativamente. tarea harto difícil para una empresa que se dedicaba a todo lo contrario, pensó mientras se estrujaba los sesos buscando esos conceptos ambiguos e indefinidos que pretendían explicar sus ideas para los próximos años. ay, si me dejasen hacerlo a mi manera... un par de tablas, unos cuantos gráficos con sus porcentajes, y listo. pero no, así no vale...

absorto como estaba, no fue hasta la hora de comer que se dio cuenta que el teléfono no había sonado en toda la mañana. eso sí que es raro, y no lo del virus selectivo del periódico. si todos los días fuesen así, firmo ya mismo... es como sí la gente hubiese perdido mi número...

entonces lo vio. el calendario.

todas sus citas seguían allí anotadas. pero era lo único. un montón de citas apuntadas sobre casillas vacías, sin nada que diferenciase el 12 de abril del 3 de mayo. 5 casillas blancas seguidas de 2 grises, y vuelta a empezar. pero ni un número.

rápidamente, miró al teclado de su ordenador, y donde tenía que haber números de 0 al 9, sólo encontró teclas en blanco. y lo mismo en su móvil, en la calculadora, en el reloj de la sala de juntas.

ahora todo encajaba. los autobuses sin número, el despertador, el periódico, el ascensor... ¿cómo podía no haberse dado cuenta antes? un momento, esto no puede estar pasando, seguro que es una broma de algún compañero... ¿pero cómo?

no sabía que, en alguna parte, alguien llevaba días haciendo desaparecer, uno por uno, todos los números que se encontraba...










y se me acabó la ida de olla. lo siento, no sé cómo acabarlo, y mañana toca madrugar. se aceptan propuestas y consejos.

la idea era colgar la foto, que me hizo gracia, y claro, empecé a divagar acerca de cómo, y aquí nos encontramos. espero que al menos hayan podido llegar hasta aquí sin haber cerrado el explorador. como pueden ver, mi futuro como escritor depende de una sólo cosa.

que encuentre un final digno.



seguiremos intentándolo...


"The Atlantic was born today and I'll tell you how...
The clouds above opened up and let it out.

I was standing on the surface of a perforated sphere
When the water filled every hole.
And thousands upon thousands made an ocean,
Making islands where no island should go.
Oh no.

Those people were overjoyed; they took to their boats.
I thought it less like a lake and more like a moat.
The rhythm of my footsteps crossing flatlands to your door have been silenced forever more.
The distance is quite simply much too far for me to row
It seems farther than ever before
Oh no.

I need you so much closer..."



de vuelta a casa, y con los números en su sitio...: death cab for cutie: transatlanticism (2003) - "transtlanticism" (7:55)

2 Comments:

Blogger Beluka dijo...

los finales son lo más difícil (aunque la gente se empeñe en decir que los comienzos duros).
qué podría haber pasado? quién robó los números?

esa canción me hace llorar... sólo con leerla :)

vuelve más por la blogsfera, peter, que se te miss.

10:29 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Heyyyy!!! Es muy bueno. De crisis de creatividad nada, chaval. Espero que se te ocurra un final a la altura del resto. Podría ser un avaro coleccionista que empezó con un saco a robar todos los números que le rodeaban, por ejemplo.

8:52 p. m.  

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