jueves, 8 de diciembre de 2005

esas pequeñas cosas...

despertarse sin despertador, sabiendo que no tienes que levantarte corriendo.

dar vueltas bajo el edredrón. es curioso, si por la noche intentas evitar el frío, por la mañana, entre despierto y dormido, lo más divertido es buscar la parte más fresquita de la cama. eso sí, los brazos, nada de sacarlos, que fuera pela.

ver, a través de las cortinas, que fuera hace sol. porque todo el mundo sabe que dormir con la persiana bajada es un rollo.

el olor a café. el primero de la mañana, recién hecho. claro, en la máquina del curro, no es lo mismo. la versión de terraza en bar con solete y periódico tampoco está nada mal, aunque mejor en casa, con un zumo de naranja.

apagar el móvil. el del trabajo, se entiende. aunque el personal también se puede incluir.

andar descalzo sobre la arena. si está fresquita, extra. y si encima huele a mar, extra-plus. para los del interior, cambiar arena por hierba. aunque sólo puedan llegar al extra. en casa también vale, y recientes estudios indican que es lo más sano para el pie.

salir a la calle todo abrigado y que el sol de invierno te caliente la cara. en verano, lo más parecido es salir de casa a primera hora de la mañana (o llegar con el día recién amanecido, según se mire)

encontrar ese objeto estúpido e inútil que por razones que escapan a la lógica, hace que en ese momento seas la persona más contenta sobre la faz de la tierra. lo último, la bola 8 adivinadora... los seguidores acérrimos de friends o los simpsons sabrán a qué me refiero... antes fue un mini de tamaño mini encontrado en una gasolinera en un punto indeterminado entre león y oviedo... o una nariz de payaso de "payasos sin fronteras" comprada en una estación de esquí... la realidad está ahí fuera...

meter la mano en un saco de lentejas. o habas. porque amélie tenía razón.

ponerle caras a un niño/a pequeño, y conseguir que se ría. aunque no hace falta que sea pequeño. conseguir que alguien se ría, o al menos sonría.

viajar. tras mi paso por amsterdam, me reafirmo en esta idea. y descubrir que aunque todos somos iguales, todos somos distintos. y ver que si aquí me toca las narices meterme 24 horas en un tren, en la india hasta me divierte que las 24 horas se conviertan en 28, o que mientras que aquí no toco una bici, haya pasado los últimos 4 días encima de un sillín pedaleando con sol y con lluvia, sin que eso me importe, y riéndome de ello.

criticar a alguien. no con maldad, sino para desahogarse. no me malinterpreten, siempre con humor y autocrítica, pero exorcizando los demonios interiores. el que no haya pecado, que tire la primera piedra (jehová, jehová...!!)

reírse de uno mismo. eso sí que es difícil. lo mejor, y para que moralmente sea admisible el punto anterior, hacerlo después

recibir una llamada inesperada. o un mensaje. o una postal. o un email. claro, para esto tienes que tener el móvil conectado. difícil equilibrio

el marisco. y la carne poco hecha. y la pasta italiana. y el pescado al horno. y el pan recién hecho. y el tiramisú. y no sé cuantas cosas más que me dejo.

una cervecita con aceitunas. en este punto creo que ya me empiezo a repetir, porque seguro que ya lo he dicho en más de una ocasión, pero con ello quiero remarcar la importancia del conjunto. con patatillas, bien; con cacahuetes, bien; con aceitunas, deluxe. y si encima son de las que te ponen en algún que otro sitio de granada (gordales rellenas de cebolleta), entonces ya, no se puede decir más.

un piropo. que te lo echen, claro. porque todo el mundo tiene su corazoncito.

un concierto. y la música en general. y leonor cantando vete, de los amaya


quedar para tomar algo y que no vuelvas hasta horas después. y que te sepa a poco. y no aburrirte de hablar y de escuchar lo que te cuentan.

escribir. ya lo he dicho alguna vez, es relajante y terapéutico. se lo recomiendo a todo el mundo. aunque bueno, si alguien lo lee, mejor que mejor. porque vanidosos somos todos.

conseguir escribir un post en condiciones, y que al releerlo me quede convencido. sino, siempre me queda la opción de la escritura casi-telegráfica, de la que éste es un buen ejemplo. que lo disfruten.

hoy no me lo pienso mucho...: coldplay: a rush of blood to the head (2002) - "amsterdam" (5:19)


1 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

Holaaaaaaaaa, has olvidado mencionar que las aceituna smas supain divain son las del chiringo de playa amercia, sí, las que esperan en el fondo de la caña, jajajaj. Un beso. Belén.

10:54 a. m.  

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