jueves, 12 de enero de 2006

qué vidiña. se durase...

pasado el día, pasada la romería...

llevo tres días en chipre, y mañana ya me vuelvo. la verdad, la vuelta al cole,tras 15 días de desparrame generalizado, ha sido dura... menos mal que el fin de semana estuve mentalizándome, que si no... sea como fuere, el lunes pensé que moría, y el martes me tuve que levantar a las 4 de la mañana para coger un avión que, tras una escala de ¡4! horas en milán, me dejó en chipre a eso de las 5 y pico de la tarde. para que luego digan que lo de viajar en avión es rápido...

total, que aquí estoy, tras dos días de reuniones con mejor o peor compañía, pero como todo lo malo se acaba, mañana por la mañana estaré deshaciendo el camino andado "on the way back home".

por poco tiempo.

si.

porque lo bueno dura poco. y porque yo lo valgo.

así que el lunes, back to reality. me voy a kuwait. esto, para aquellos que no lo hayan leído antes, es mejor que un apartamento en torrevieja, de esos que daban en el "1, 2, 3". porque a estas alturas del año, ya hace calor. y porque con un poco de suerte, ahora me dejarán comer durante el día. eso, si no me retienen allí de por vida y me impiden volver a españa. así que por eso aviso, no vaya a ser que en el consulado no sepan de mi presencia. si en los próximos días no escribo nada aquí, por favor pónganse en contacto con las autoridades y con los medios de comunicación, que podemos sacar una historia lo suficientemente sensacionalista como para que nos saquen en el telediario de antena 3, en el de matías (todavía no tiene una cueeentaa narannjaaa?)

así que ante la apasionante realidad que se presenta ante mis ojos, sólo me queda resignarme, leer a benedetti, crear las nostalgias que descongelarán (algún día) algún futuro y conocer (un poquito más) esas culturas apasionantes de allende el mediterráneo. ah, y trabajar, 6 días a la semana... porque el trabajo dignifica, ¿qué se han creído?

así que no creo que hasta que me encuentre en tierras de alá me ocurran aventuras dignas de contar, salvo comentar que en el hotel que estoy alojado ahora hay una convención de popes ortodoxos. sí, sí, esos curas barbudos, gordos, y vestidos de negro. la versión gótica de papá noél. el caso es que bajaba yo con un compañero desde la planta 6, ajenos a la realidad que nos rodea, cuando en la planta 5 se para el ascensor. entra el pope nº1. se cierra el ascensor. planta 4. se abre el ascensor. popes nº2 y 3. pánico en nuestras caras (no por los popes, sino por las dimensiones de los susodichos, y el espacio habitable del ascensor, y por el posible proselitismo al que nos hallábamos expuestos...) al final, y en un ejercicio de libertad de culto muy ecuménico, nos dejaron marchar con nuestros ideales paganos.

otro día me encontré, esperando yo para bajar, que el ascensor venía lleno de gente. a saber: un señor, de nacionalidad no identificable, con la camisa desabrochada completamente y dejando entrever debajo su prominente barriga, dificilmente contenida por una camiseta ferry's o similar de asas, y bastante ceñida (esto está relacionado con la barriga, claro está). si nos preguntan por el nivel etílico del sujeto, podríamos emplear la expresión "menuda prea tenía el fulano" y nos ajustaríamos bastante a la realidad. pues bien, nuestro amigo, alto ejecutivo sin duda, dada la elegancia en sus formas y gestos, iba convenientemente acompañado por dos señoritas, digamos de compañía, probablemente de origen caucásico o similar. la alta, morena ella, iba hablando no-sé-qué de la injusticia del precio del taxi, mientras que la pequeña y rubia intentaba sin disimulo comerle los morros (hacerle la cobra, vamos) a nuestro sex symbol.

ante semejante cuadro, cuando se abrió el ascensor, yo no sabía si se quedaban en esa planta o no, y en caso contrario, si me atrevería yo a montarme en un sitio tan pequeño y, a la vez, tan "caliente".

tras dudar de si esa era su planta, decidieron que sí y se bajaron.

yo, ya solo, entré al ascensor y bajé los seis pisos que me separaban de recepción.

desde ese día, ya entiendo el porqué de la expresión "aquí huele a ajo", pronunciada por mi madre siempre que viene a mi habitación la mañana siguiente a que yo haya salido por la noche.

a ajo, y a algo más.

vamos, que si no me pasan más cosas de éstas en kuwait, no sé que me pasará...

y nada más, en breve lo mejorcito de las navidades, calentito para todos ustedes. para que lo disfruten...

porque también son de lo mejorcito...: the smiths: the queen is dead (1986) - "frankly, mr. shankly"