chilacotas, tacos, pinches, quesadillas, pendejos y no sé qué más...

llegué ayer y me parece que llevo una semana. me pican los ojos del smog, los 2000 m y pico de altura de la ciudad se notan, aunque menos de lo que esperaba, y todavía estoy con el sueño cambiado. a esto no ayuda que me llamen por cosas del trabajo a las 2:00 AM de aquí, porque no se había enterado (no le había dicho nada). en un auténtico reflejo onírico, le dije que no dormía, que me iba a levantar ya para llamar a españa...

es jodido meterse 12 h de avión, duermas o no duermas. más si viajas con una compañía bananera como iberia, que por ganar 20 plazas más hace que no te entren las piernas, aunque sólo midas 1.75 m. además, te venden como avance que tengas una pantalla de vídeo comunitaria por cada 40 personas. señores, viajen en KLM, Swiss o Lufthansa y aprendan como se hace, por dios... lo bueno, que el vuelo salía a las 2 de la mañana, con lo que me pasé buena parte del vuelo durmiendo (o intentándolo)

así, llegar a las 6:30 AM a México D.F. es cuando menos, curioso. la ciudad se despierta, los atascos empiezan y yo voy camino del hotel mirando pasmado por la ventanilla a los taxis escarabajo de color verde y a esa ciudad a la que hace 22 años que no vengo.


es virtual, sólo se ve un taxi, pero la calle estaba petada de coches, no sé como lo he hecho...

llegar al hotel, ducha y desayuno. para entrar rápidamente en materia, dos tacos de bistec y uno de campechano. la salsa picante pica. y mucho. como el perro de paulov, se aprende a base de errores y estímulos. a partir de ahora, ojo con las salsas.

aquí es donde empezaría la historia de empezar a trabajar y todo eso, pero es jodido hacerlo en un país más dado a la fiesta y el cachondeo que al trabajo que dignifica. por razones que a día de hoy todavía no están claras, los equipos que necesitamos están en aduanas y algún funcionario cachondo se está riendo mareando al resto de la gente mientras pide nosecuántos papeles y demás historias. como el movimiento se demuestra andando, decidimos pasarnos por la obra para hacer el paripé y ver si se puede avanzar algo.

llegar a la obra es en sí una aventura. está cerca de ecatepéc, saliendo del DF en dirección norte, autopista dirección pachuca, desvío a ecatepec, cruzar el que creemos que es el reino del tuning a este lado del río grande, y llegar a la obra, que está en un sitio de una salubridad cuando menos dudosa. si no hay atasco, tardas aprox. 1 hora. si lo hay, dios proveerá. a cada lado de la carretera, algo así...


y así durante todo el camino...refacciones, mofles, clutch y demás útiles vehiculares. para comer, el negocio de los tacos ambulantes parece la única opción. o eso, o ramadán...

aparte del tuning, hay una cosas que caracteriza a méxico, y es la relación que tienen con la muerte. cualquiera que haya leído "pedro páramo" entenderá un poco de qué va esto, pero sorprende encontrarse cada dos por tres tiendas de este tipo (aparte de los ya clásicos altarcitos, repartidos por doquier)



la gama de ataúdes es para echarse a temblar, de todos los colores y sabores...

ya de vuelta al DF, momento revival al encontrar (por fin) dos sitios de los que sí me acordaba, y muy nítidamente



tengo cinco años, y juego en el coche a encontrar "el pollo frito" (aquí lo llama monumento a la independencia, o el ángel). o estoy ante el reloj del parque hundido. entre esto y el olor de las tortas, he rejuvenecido 20 años.

y así por ahora. la torre latinoamericana también me ha devuelto a otra época, y si se cumplen los planes para el fin de semana, podré completar la operación regresión. pero no adelantaremos acontecimientos. de despedida, un amiguete que duerme cerca del hotel. es un poco cabezota, pero parece buen chaval..


buenas noches a todos...